Una Navidad al estilo Médici
La Navidad es una época muy familiar y bonita, siempre echamos de menos a los que faltan en la mesa pero en cierto modo sabemos qué están con nosotros, en forma de abrazos, de besos, de miradas bonitas, en las sonrisas de los que nos rodean, etc.
En la época de nuestro protagonista se celebraba la navidad muy parecida a la nuestra, con algunas diferencias sobre todo en los alimentos, pero las costumbres eran casi las mismas. El Belén, la Nochebuena, Navidad, el Dia de Reyes, etc.
¿Por qué no descubrimos un poco mas afondo cual eran las costumbres navideñas y cuando tienen su origen?
La elección del 25 de diciembre se correspondía con la antigua fiesta del solsticio de invierno o “sol invicto”, siendo Julio I quien pidió que se celebrase el nacimiento de Cristo el 25 de diciembre, decretado por el Papa Liberio en el 354. Será durante la Edad Media cuando se depuraron, definieron y enriquecieron las fiestas y celebraciones navideñas, con toda una solemnidad y manifestaciones sociales, artísticas y gastronómicas.
Tras el gran banquete de la cena del 24 de diciembre, los fieles acudían a la Iglesia a medianoche para celebrar la Misa del Gallo, popularizándose por toda Europa a partir del siglo VIII. Esta misa recibe su nombre de una leyenda, que decía que un ave que pasaba la noche en la gruta de la Natividad fue la que anunció el nacimiento de Jesús y se la identificó como un gallo.
La elección del día 31 de diciembre como el cierre del año y el comienzo del otro se debe a Julio César, cuando en el 45 a.C y siguiendo a los astrónomos egipcios, instauró el año solar, que comenzaba el primero de enero, arrinconándose así el sistema primitivo. Más tarde, sería el calendario juliano sustituido por el gregoriano, introduciendo cambios para compensar las desviaciones del anterior.
El origen de la cena de Nochebuena y la comida de Navidad es tan antiguo como la propia fiesta, ya que estos ágapes entroncaban con los banquetes romanos celebrados durante las Saturnales que recibían el Año Nuevo. La tradición de poner un ave como plato central de la cena de Nochebuena o en Navidad proviene del mundo grecorromano, ya que para ellos, las aves migratorias que volvían al norte a final del invierno, traían el anuncio de la primavera, por lo que el plato, representaba un acto favorecedor del buen tiempo. En la época bizantina cristiana, la presencia de pintadas o gallinas de Guinea era habitual. Desde el siglo VI era común el capón, el gallo castrado y engordado para las comidas de Navidad, mientras que a partir del siglo XIII lo común entre la nobleza era el gallo. El consumo de gansos y ocas a lo largo de la Edad Media fue tan elevado que a punto estuvieron de exterminarse estas especies.
En cuanto a los dulces navideños, el mazapán es de origen incierto, pues muchos lo sitúan en el mundo árabe, pero otros los sitúan en Venecia o en Alemania. En cuanto al turrón, una carta de María de Trastámara en 1453 a las monjas del convento de Santa Clara en Barcelona, es la primera noticia escrita que se tiene en España de este manjar, aunque parece que el origen del dulce es árabe. Y por último, estaría el Roscón de Reyes, que tiene origen pagano. En las Saturnales romanas se comía una torta redonda en cuyo interior se escondía un haba. Quien la encontraba en su porción era nombra rey de la fiesta, y se le debía obedecer.
El origen del belén es italiano y medieval. El pesebre se convirtió en un icono cristiano significativo en las celebraciones navideñas, como en el siglo VII cuando el Papa Teodoro I hizo traer desde Belén los restos del pesebre del Niño Jesús. A partir de entonces y a lo largo de toda la Edad Media, el pesebre era un elemento fundamental de iglesias, abadías y catedrales en la Navidad.
Información difundida y extraída de -https://renovatiomedievalium.wordpress.com/2016/12/31/celebracion-de-la-navidad-y-del-ano-nuevo-en-la-edad-media/
Comentarios
Publicar un comentario